Las mujeres y niñas de Darfur aún son víctimas de violaciones y ataques
sexuales cinco años después del comienzo del conflicto en la provincia sudanesa,
asegura la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Redacción BBC Mundo
El grupo con sede en Nueva York dijo que ni las fuerzas de seguridad de Sudán
ni las misiones internacionales de paz están haciendo lo suficiente para
proteger a las mujeres.
Las milicias Janjaweed -apoyadas por el gobierno- han sido acusadas de usar
los ataques contra las mujeres como una forma de aterrorizar a la población
civil.
Por su parte, el ejército sudanés criticó un informe de la ONU que acusa a
los soldados de violar mujeres.
El reporte, dado a conocer en marzo, afirma que hay testigos que vieron a
soldados tomar parte en ataques de los Janjaweed, violando mujeres y saqueando
pueblos en el oeste de Darfur.
Más de 200.000 personas han muerto en Darfur y dos millones han abandonado
sus hogares desde que los rebeldes tomaron las armas en 2003, de acuerdo con
datos de la ONU.
La violación y la violencia sexual han sido una constante en la catástrofe
humanitaria que atraviesa Darfur.
Según Human Rights Watch, el patrón de violencia sexual ha cambiado a medida
que el conflicto se ha vuelto más complejo.
Ahora hay las mismas probabilidades de que mujeres y niñas sufran violencia
sexual en períodos de calma que durante ataques a sus comunidades.
Soldados del gobierno, milicianos y combatientes rebeldes buscan mujeres en
las afueras de los campamentos para desplazados, ubicados alrededor de toda la
región de Darfur.
El gobierno de Sudán ha dicho que está comprometido a detener la violencia
sexual, pero en la práctica poco o nada se hace, según el periodista de la BBC
James Read.
La mayoría de las víctimas está demasiado temerosa para denunciar los
ataques. Y cuando lo hacen, la policía sudanesa usualmente no quiere o no puede
actuar. Los soldados tienen todavía inmunidad de hecho ante acciones legales
civiles.
La presencia de misiones de paz de la ONU y de la Unión Africana han ayudado
a impedir ataques en algunas áreas.
Pero Human Rights Watch advierte que dichas misiones deben extender sus
operaciones, proveyendo patrulleros para proteger a las mujeres que se aventuran
a salir de los campamentos a recoger leña.
La organización agrega que también se necesitan más mujeres policías y
procedimientos más sensibles para ayudar a las víctimas.